1971 tengo 15 años y soy muy tranquila, no tengo nada de aventurera (aunque ya haya vivido alguna) pero es la edad de los experimentos y cuando vengo a darme cuenta estoy inmersa en uno realmente peligroso para la salud.
Pertenezco a un centro juvenil que está situado cerca de un "antro" de copas y humo que sólo abre los viernes y sábado hasta altas horas de la noche. De vez en cuando acercamos las narices, atraídos por la música y los olores varios. Los chicos nos cuentan que allí se fuma marihuana y otros productos más fuertes... que ni se nos ocurra entrar. Mis hermanos mayores, que también pertenecen al centro, me advierten de que me atenga a las consecuencias si me ven por allí o si les digo a nuestros padres. No tengo intención de decir nada... yo tengo mis propios planes.
Es sábado y -mientras los mayores han ido a explorar el antro- estamos un grupo de los más jóvenes, jugando ping pong y oyendo música; suena Stairway to heaven (Escalera al cielo) de Led Zeppelin; alguien saca unas bolsitas de te y papel de fumar y me dice: ¿Mariluz has traído el tabaco de pipa? (mis hermanos fuman pipa y yo a escondidas, también).
Amortiguamos las luces (apagando los fluorescentes principales y dejando los del salón contiguo)... nos sentamos en el suelo y empezamos a liarnos los cigarrillos con la mezcla de tabaco y te... a algunos hay que ayudarles porque no han fumado nunca... yo he fumado de vez en cuando (siempre sin filtro) pero nunca de esa forma tan extraña, a saber: medio cerrado el puño y se aguanta el cigarrillo entre el meñique y el anular, se ahueca la mano de forma que el meñique y anular de la otra mano también sujeten el pito... y se aspira largamente por la ranura que dejamos libre entre el pulgar y el índice. Me da la impresión de que alguno ha visto muchas películas, pero en fin, todo sea por experimentar ¿no?.
El concierto de toses no tarda en estallar y algunos desisten del invento, con los ojos llorosos salen a la calle a respirar y hacer de vigilantes. Me gusta beber te y ahora me gusta fumarlo. Pero ahí acaba mi aventura... el mayor de mis hermanos, buscando la llave de casa en mi bolso, encuentra el paquete de tabaco de pipa y algunas bolsas de te. La que me montó fue parda y para que mis padres no se enteraran tuve que limpiarle los zapatos todos los días y hacerle la cama durante unos cuantos meses, y mantener sus discos de vinilo brillantes para que no saltara la aguja, sine die...
Ahora sólo tomo te (con limón) y de vez en cuando.
(cuidado con el volumen, hay anuncios antes de la música)