1980... tengo 24 años y estamos en agosto. Decidimos que nos vamos de excursión a Ronda peeeeeeero, alguna dijo que podíamos ir dando un "pequeño rodeo" por los pueblos de los montes -lo que yo llamo la 'Málaga profunda'- porque ha venido una amiga de una amiga a quien no le gusta la playa y aún menos si está "abarrotá" de gente; llamamos a otra amiga y empieza la odisea de "cinco mujeres en un seat 600 con más 40º en su interior"...
Como es lógico a esa edad lo que menos importa es el calor, las estrecheces, el humo de tabaco de cinco fumadoras y los cantos ensordecedores (y disonantes dicho sea de paso) de cinco mujeres con "pantalón short" en busca de aventuras... ¿Aventura?... ¡agonía, mejor dicho! ya que para hacer los primeros 75 km tardamos 3,30 horas -las pendientes estrechas con curvas imposibles han quedado grabadas en mi mente de forma indeleble- pero nada nos desanima, recorremos los pueblos que pasamos dentro del coche para no perder tiempo y como no hemos bebido ni gotita de agua no hay que hacer pis... nos han dicho que uno de los pueblos está a menos de 15 km y que están en fiestas... cambio de planes... ¡¡¡a la feria, niñas, a los caballitos!!!
Ya sabemos que las cosas se pueden torcer y si lo piensas mucho logras que se tuerzan ¿verdad?... pues llevamos una agorera en el 600... ¿a que no encontramos donde comer?... ¿a que no encontramos pensión?... ¿a que nos tenemos que quedar a dormir en el coche?... y es que, a todo esto, no he dicho que estábamos muertas de sed y hambre, empapadas como salidas de una sauna (pero sin el como) y roncas de cantar y fumar...a más de 50 km de Ronda, y a las 9 de la noche... con un sol como si fuesen las 5 de la tarde.
- amiga: a ver, niñas, lo primero buscar donde comer y bebernos unas cervezas, ya preguntaremos dónde hay una pensión que podamos darnos una ducha, por lo menos y después a bailarrrrr...
Salimos del 600 como cabras locas y nos plantamos en la puerta de un bar, con un letrero que ofrecía conejo al ajillo y demás productos de la sierra, y con media docena de parroquianos en su interior que pasaron del estupor a la lujuria en un parpadeo... ¡¡5 mozas -morenas de playa- y de muy buen ver en minishort!! ... ni en sus mejores sueños, oye...
Preguntamos si podíamos cenar y ¡claro que podíamos!...
Preguntamos si habría habitaciones libres en la pensión y ¡claro que habría! y si no... no importaba ya encontraríamos camas....
oh,oh... ¿se están mirando entre ellos y con sonrisitas?...
- niñas, antes no había tantos hombres en el bar ¿no? ... (comentamos entre todas por lo bajito y mirando de reojo al personal).
Acabamos de cenar sin contratiempos... y nos vamos, pero antes nos indicaron una pensión sin ningún problema. Nos dijeron que tuviésemos cuidado con los jóvenes que venían de otros pueblos a las fiestas, que eran unos "cabroncetes", pero que si teníamos algún problema, la patrulla (de la guardia civil) pasa por el pueblo cada equis horas. No señorita, en el pueblo no hay "cuartelillo", nos dijeron.
¿Pero quién piensa en necesitarlos cuando en el 600 viajan 4 "hijas del cuerpo"?... porque menos yo, todas tenían padre o hermanos guardias civiles...
Son cerca de las 11pm cuando volvemos al coche para buscar dónde aparcarlo toda la noche. Las risas que llevamos se nos quedan congeladas en la cara...
¿se puede saber de dónde cogno han salido tantos tíos? ... están cercando el coche, joder... nos están rodeando...
- chica mayor: a ver, abre la puerta y déjame salir ¡¡ahora mismo!!
- amiga: ¿tú estás loca????... ¡tú, cierra los seguros! ¡¡¡¡¡¡ahora mismo!!!!!!
- la amiga de la amiga: ¡¡arranca y llévatelos por delante pero sácame de aquíííí!!
A todo esto los niñatos no dejan de gritar que ellos son los que han robado la goma 2... que nos van a poner una bomba debajo del coche si no salimos ¡¡¡inmediatamente!!! ... los adjetivos que nos obsequian los podéis imaginar (no me atrevo ni a escribirlos)...
-yo: ¡calladas y quietecitas todas!... nos vamos a quedar aqui esperando a los civiles que ya falta poco para que lleguen... no los miréis y poned la música a tope.
- la amiga de la amiga: ¡¡cuando se lo diga a mi padre!!
- todas: ¡¡tú calladita, que por tu culpa no estamos en Ronda!!
...
- amiga: -quitando la música- ¡¡se han ido!! ... ¡¡¡vámonos de aquí!!! ...
- las demás: ¡¡espera, la guardia civil!!
Efectivamente vimos entrar en la plaza el jeep y saltamos del 600 todas a la vez (sí, no me preguntes cómo lo hicimos con sólo dos puertas). Les pusimos en antecedentes -previa identificación, claro- y, más por ser "hijas del cuerpo" que porque nos tomaran en serio, se ofrecieron a escoltarnos hasta la salida del pueblo cuando acabasen su ronda de 1/2 hora.
Se hizo eterna... nadie rompía el silencio y cuando una se decidió, lo hicimos todas a la vez y casi gritando histéricamente.
...
A la 1 de la madrugada, mudas, oliendo a mono cocido y con más miedo que vergüenza, -mirando por el retrovisor en espera de la fila de coches persiguiéndonos- enfilamos las puñeteras curvas camino de Ronda. A donde llegamos cerca de las 3 am.
Cada vez que voy a Ronda miro con inmenso cariño el jardín de un precioso colegio donde nos colamos -saltando la reja- para dormir bajo sus árboles y sobre su frondoso césped.
El "Boss" publicó The river ese mismo año.
Estoy en Tenerife, es 19 de noviembre de 1976... tengo 20 años y mañana me van a dar una paliza de mil pares de diablos, pero -como diría el tenorio: "mañana será otro día, Lucía"- hoy voy a vivir una experiencia sobrenatural, espectral y espeluznante digna del profesor Jiménez del Oso...
A media tarde salimos -desde Las Chumberas- camino de Taganana, en un turismo pequeño, mi prima, su amiga peluquera -que conducía el coche- con su hijo y yo. La ascensión muestra unas vistas maravillosas, el paisaje salvaje nos retrotrae a la época de los guanches... va anocheciendo y llegamos casi a la boca del túnel...
- conductora: creo que deberíamos volver, ya está anocheciendo y no quiero que se nos haga noche cerrada por estas carreteras.
- los demás: vale... bien... volvamos...
De pronto -como si alguien hubiese encendido una bombilla de 1.000.000W- el cielo se ilumina y, emergiendo del mar, aparece una luz que va creciendo hasta alcanzar un diámetro gigantesco que abarca el horizonte y todo nuesto campo de visión...
el coche se para... no, no se ha calado...
los relojes se paran... no, no les hemos dado ningún golpe (el mío sigue parado)
el carrete de la cámara de foto se ha velado...(eso me dijeron al llevar a revelar las fotos)... no, claro que no abrí la máquina
El silencio se puede cortar... ninguno nos atrevemos a respirar ni a encender un cigarrillo por si "esa cosa" se mueve en nuestra dirección...
Del mismo modo que se hizo la luz, desapareció y la oscuridad más absoluta nos envolvió dejándonos taquicárdicos.
No sé si he sido testigo de un hecho insólito... solo sé que "esa cosa" era un Objeto Volante No Identificado porque -por esas fechas- poco se sabía de misiles disparados desde submarinos...
El coche tiene el motor en marcha... así que sin decir ni palabra continuamos nuestro camino de regreso...
Años después la prensa se hizo eco del suceso.