23 de febrero de 1981 tengo 25 años y estoy en la tienda oyendo la radio... en plenas votaciones se escucha un tableteo y a lo lejos un ¡quieto todo el mundo! que silencia por un segundo la voz del locutor de la cadena ser, que está radiando la sesión de investidura de Calvo Sotelo... el sonido que llega a mis oídos es espeluznante... la voz entrecortada y susurrante del locutor -lejos de tranquilizarme- me dispara la adrenalina y siento el corazón a 500, golpeando mis oídos. Inmediatamente doy más volumen, me levanto y llamo a mi madre por teléfono
- yo: ¡¡mami, que están dando un golpe de estado!!... ¿lo estás viendo?... ¿y tato? ¿y la niña?... yo me voy a casa ¿necesitas que compre algo?...
Me llama mi jefe y dice que cierre la tienda y me marche ¡¡inmediatamente!! (no, si te parece... pienso yo).
Pero antes de irme llamo a Cáritas y le digo a Matilde lo que está pasando, le recomiendo cerrar la puerta y avisar a toda la gente que pueda.
Yo aviso a los comercios de los lados y a la gente que voy encontrando por la calle se lo voy diciendo. Voy andando a casa y la normalidad es total y absoluta... unos pocos salen de los bares y cafeterías hablando del tema y acelerando el paso. El coche de los municipales sigue su ronda a velocidad de caracol, como siempre.
Pasamos las horas pegados a la radio en espera de el rey se pronunciara. Había división de opiniones... ganó mi madre: el rey dio su mensaje y nos tranquilizó a todos. Mi padre -comunista- en ese momento le admiró y agradeció su lealtad al pueblo que quería ser libre.
Yo tardé en dormirme esa noche. Una pesadilla me despertaba cada pocos minutos... uno de los médicos me había dicho que debía estar preparada porque 'posiblemente' no pasaría de los 25 años. ¿Será posible que el cab... vaya a tener razón después de todo y en lugar del cáncer me mate un golpe de estado?.
Afortunadamente nada de eso ha ocurrido. Aquí sigo y recordando hoy 23 de febrero de 2011, el 30 aniversario del "esperpento" que se montaron unos cuantos nostálgicos sinvergüenzas, de gatillo fácil. Y no por ellos, ¡bien lo sabe Dios!, sino por la madurez del pueblo español y la templanza de Juan Carlos I, rey de España, en esas horas que demostraron al mundo que España ya había tenido bastante dictadura.
Este año, Joan Manuel Serrat edita un disco llamado "En tránsito" que incluye una preciosa canción que parece escrita para la ocasión: Hoy puede ser un gran día. Te dejo la letra para que la sigas mientras suena ¿vale?
Hoy puede ser un gran díaJoan Manuel Serrat
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.
Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.
No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.
Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.
Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.
Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.
Hoy puede ser un gran día
duro, duro,
duro con él.