1978, tengo 22 años, dos muletas y grupo de preadolescentes que me siguen a todos sitios.
Es la fiesta de fin de curso y, para el evento, la comunidad religiosa y la Asociación de Padres de Alumnos -todavía 'padres' identificaba a ambos progenitores-, decidió salir a celebrarla en la Hacienda de toros, junto con los alumnos, padres, profesorado, y colaboradores externos -donde me incluyo- para pasar un gran día. Cierto que lo fue.
Tras los bocatas y demás llega la hora de reunirnos en el ruedo... han preparado una serie de juegos muy divertidos y concursos para todas las edades -como es lógico y normal en una fiesta escolar- así que a mí, mis niñas, me tienen preparada la sorpresa de participar en el consurso de beber en porrón, una mezcla asquerosa de vino tinto peleón mezclado con agua, 'a temperatura ambiente' de la Costa del Sol en junio.
Empieza la eliminatoria y uno a uno van cayendo del taburete -bien por derramar más que tragar o bien por no poder con el asqueroso brebaje- los padres 'más duchos en beber'. Así quedamos dos, 'encarnamore' una de mis niñas y yo. El público grita con fervor nuestros nombres. Nos miramos... nos deseamos suerte y vuelta a llenar el porrón de brebaje y a tragar sin derramar ni una gotica... el duelo es 'a muerte', ninguna quiere ceder ¡¡llena ese porrón!! -repetimos-... así seguimos hasta que un golpe de tos frena la batalla. El ruedo se silencia de golpe. Yo no sé qué pasa, porque bebo con la cara hacia el sol y los ojos cerrados para no cegarme. De pronto siento un tirón en mi brazo, que ha sido levantado hasta tres veces mi estatura... el público ruge de nuevo... ¡¡¡he ganado!!! me llevo a casa tres porrones color caramelo y un sabor en el paladar que ni te cuento.
Tras la entrega de premios suenan los clarines... sí, sí, sí... hay vaquillas, pero tranqui que yo ¿a dónde voy con muletas?... ¡¡afortunadamente!! ;)
Puntos de
Mariluz GH
Dire Straits publica el álbum homónimo del que extraigo una de mis canciones favoritas... ¡cuántas veces la habré bailao, por Dios!... sí, con muletas también se baila ¿o qué?
8 comentarios:
Que maravillosas aventuras las tuyas, es como leer un relato de la biblioteca.
besos perfumados
¡Pues claro! ¡Con muletas es como se torean las vaquillas! :DDD
¡Ya toreaste bastante con el tinto peleón!
La música fantástica.
Un abrazo y un millón de besos.
Es una historia para sonreir.
Una maravilla, con los tiempos que nos tocan.
Un punto risueño en este fin de semana para tí, ¡Gracias Mariluz!
JAJAJAJAJAJAJA
¡Tú y tus consursos 'raros'!
Agggggggg, asquito de vino peleón a temperatura 'ambiente' ;-)
Por llevarme a casa 3 porrones color caramelo yo también habría bebido hasta reventar, jjjjajjja, muy divertido el relato.
Un abrazo
noche
Como quedaria tu cabeza con el vino peleón y a esa temperatura ni te cuento, pero eso es lo de menos lo que importa es la aventura de ese día y haber gansado con y sin muletas que eso al final no imfluye mucho....
Ahora ya sabes que puedes beber de bota y de porrón como cualquier machote del campo y encima con precisión, porque lo que se aprende nunca se pierde.
Un abrazo y un beso con sabor de la experiencia.
Marí
Bueno, grumetilla, te diré que "Dire Straits" era, y es, de mis favoritos... Hasta ahí, de acuerdo, y que se puede bailar hasta con muletas...
Pero ¿¡el vino peleón!? ¡¡socorrooo!!
Todavía recuerdo mis juergas del pueblo (porque antes que capitana he sido mu gamberra, MªLuz, pero que mu gamberraaa...), cuando me pasaban la bota, el líquido elemento siempre, sin excepción, me resbalaba por las comisuras, ¡una pata, he sido, jeje!!
Besitos a estribor, ya voy recuperando mi timón...
Tú y tus historias de Porrones... ajajajaja... ni el vino peleón puede contigoooo jajajaja...
si es que te metías en cada una...
bss (en mi casa hay un poron, por cierto ;-P)
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Un punto de locura ¡sí! ... pero siempre desde el respeto