Tengo 20 años, estamos en 1976 -noviembre- y hace un año de la muerte del dictador ¡ahí es nada!... tengo vacaciones y estoy pasando unos días de descanso en Tenerife.
El día 20N decido acompañar a mi tío a La Laguna y mientras él hace unas gestiones yo me dedico a recorrer la ciudad y a hacer un par de visitas -que tenía programadas- así que, ya quedamos en casa directamente.
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Aún no tengo claro si la manifestación la organizaron los estudiantes y se solidarizaron los comercios y estibadores del puerto o fueron éstos últimos y se sumaron los estudiantes (que por esa época ya sabemos se unen a todas las movilizaciones...) el caso es que estoy en la plaza que acoge al santuario del Cristo de La Laguna cuando ¡de pronto! un griterío me sonprende y totalmente paralizada veo aparecer cientos de personas corriendo, perseguidos por "los grises"... oh, oh, peligro... ¿adonde me meto si está todo cerrado?
¡¡¡allí, tras el banco de piedra!!! -dice una voz en mi cabeza- ... mi corazón late a 150 ¡por lo menos!... Parece que han pasado todos, voy a salir... ¡no, espera, vienen más! -me grita esa voz.
De pronto siento un dolor brutal, penetrante e intenso en el costado que ha quedado más a la vista... no es el único dolor... mi boca sangra y no la puedo mover... ¿cuando me han golpeado y con qué?... recupero la visión y, totalmente mareada, me veo entre dos grises, sostenida por las axilas y -en volandas- metida como si fuese un saco de papas en un furgón, donde ya hay más gente arrebujada y sangrando pero en silencio.
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¡Por todos los diablos me han detenido!... No puedo respirar y siento náuseas...
- no, no te muevas -me dice un chico que se ha sentado a mi lado- te dolerá más. Toma estos cigarrillos y mételos en la boca para que se corte la hemorragia y calmen el dolor... ¡¡pero no te tragues la saliva!!... ¿es la primera vez?
... no puedo hablar... las lágrimas han terminado de bloquear mi garganta ...
- no te preocupes -sigue diciendo el chico- en un par de horas estarás fuera
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Pero no fueron un par, si no siete laaaaaaaaargas horas esposada y enroscada en el suelo aterida de frío y dolorida y ronca de repetir -hasta la saciedad- que 'soy turista de la península' y que 'llamen al cuartel de la guardia civil' ... como si fuese una letanía. Pero nadie me hace caso o eso creo.
Poco a poco se van vaciando las dependencias y un "triste y mísero" poli es el encargado de tomarme declaración, rebosando esa chulería innata que se le escapa por los poros como el sudor... con mi DNI en mano, me hace repetir mis datos una y otra vez, y de pronto suelta:
- Gris: ¿has dicho que eres sobrina del coronel de la guardia civil?
... yo no he dicho nada de eso -pienso- pero... y ahí sigue, dándome toda una charla de "patriotismo" junto con una toalla para que me limpie en el baño, acabando su disertación con un lacónico:
- Gris: ¡¡¡y que conste que te vas de rositas por ser quien eres, que si por mi fuera...!!!
... de perdidos al río -pienso yo- y con mi documentación en la mano le digo bajito, bajito y con mi cara pegada a la suya:
- Yo: ¡¡que conste que me tenía que dejar ir por haber dicho la verdad!! ...
y salí lo más rápido que pude hacia la calle en busca de un taxi, camino del cuartel de la guardia civil. Porque, sí, esa era una mis visitas programadas, entregar una carta al comandante -que era amigo del director del hotel donde yo trabajaba-. Él se encargó de llevarme al hospital y dejarme en su casa una noche porque ¡mi tío era militar en reserva y -conociéndolo- yo no quería ni pensar que fuese por el cuartel de los grises!... mejor evitar un percance seguro
...
Acabé con dos costillas y muelas rotas, sin ficha policial...
Y como anécdota, decir que me encarceló la Policía Armada (los grises) y me salvé de una temporada a la sombra gracias a la Guardia Civil (los verdes).
No estuvo mal ¿verdad?...
Ese año salió una de mis canciones favoritas Hotel California, de Eagles.
8 comentarios:
joer... ¡¡ que historia !! vaya miedo que tubiste que pasar..
Y ahora...
¿Qué te digo yo que no me ocurriera por aquellos entonces...?
La salvedad: nadie me rompió nada.
fuerte, muy fuerte... una realidad sufrida y padecida en muchísimas ocasiones.
Siempre recordaré los famosos sanfermines del 78
http://es.wikipedia.org/wiki/Sanfermines_de_1978
... me pilló sentada justo en el muro de piedra que aparece en la primera foto de la wiki, esperando ver la salida de los toros.
Esa fue la más gorda que he vivido pero en Pamplona, durante muchos años, era el pan nuestro de cada viernes :-(
En fin, que lo dicho: FUERTE, MUY FUERTE.
Qué valiente, Mariluz.
Aunque sé que muchos se las vieron en las mismas, sin ir más lejos mis padres antes de la muerte del dictador, me gusta tu historia más que otras porque no percibo el odio natural y esperado en tus palabras sino más bien el equivalente a una cara de circunstancias en una situación inesperada. Pienso que la violencia debería ser siempre sorprendente, que jamás deberíamos acostumbrarnos a ella.
Un beso, locuela.
Leñe Mariluz, aquí me pilló por aquellos años lo del estatut de autonomía... era una cría sin mucha conciencia polít
ica, pero la inconsciencia no faltaba. Correr delante de los grises entre mis compañeros estudiantiles, se convertía en un acto de valentía.. hasta que me dieron con la porra. Ahí se acabó toda mi "carrera" política jeje. Pensaba que había olvidado ese episodio hasta que leí tu entrada...No guardar rencor ya es de por sí un acto de valentía niña :)Guapaaaaa
Tiempos quellos que uno practicaba la velocidad. que me vas a contar.
Besos.
Tengo que leer el desenlace que hasta a mí me dio coraje esa cachetada…
Te deseo lo mejor para ti y los tuyos en estas fiestas decembrinas.
yo ya nací... como quien dice, en la democracia...pero de miles de historias que me han contado... solo puedo decir que gracias a algunos tenemos,los de mi edad, lo que tenemos... y algunos lo valoramos...
Imaginando te me hayo... tu ves... yo hubiera corrido jajajajajaja....
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Un punto de locura ¡sí! ... pero siempre desde el respeto